Porque quiero olvidarla pero la tengo dentro, y en un momento deseperado a una hermosa mujer que vende sus favores le escribi...
Dicen...
Dicen que tu piel tiene sabor de olvido...
dicen que cuando besas, se borra de la memoria
cualquier nombre, incluso el más amado
y cuando las manos recorren tu desnudez,
se extingue la tristeza del amor perdido.
Dicen que hacerte el amor es como una droga,
que eleva hacia los cielos más espléndidos
navegando en oleadas salvajes de éxtasis infinito
con alegría casi tan cristalina como la autentica.
Dicen que en tu sexo se esconde un hechizo...
que hace que los hombres pierdan todo recato
toda inhibición y se transforman en un manojo de instintos
insaciables y hambrientos... de apetitos básicos
que solo hallan saciedad en los secretos
que guardas debajo de tus ropas...
¡Hechízame...! te lo pido con desesperado ruego...
quiero perderme en las cumbres y los valles
en los olores, sabores, formas y texturas...
que tu desnudez a mis ojos regalan...
quiero perder la memoria y el recato...
mientras cabalgo y cabalgas rauda
de esa salvaje manera -tan solo posible en fantasías-
con la cual te entregas -o haces creer que te entregas-
y me tomas y me haces tuyo y me arrancas placeres escondidos
mientras bebo de tus néctares y tus jugos
que solo tus artes amatorios a quien los compra
se los regalas con profusión generosa
¡Tómame y Poséeme...!
con la misma vehemencia con que mi rabia
y mi tristeza me han tomado y me poseen...
hazme el milagro de borrar de mi piel su olor
de mi boca sus besos y de mi memoria su nombre
¡Hazme el amor como nadie mas me lo ha hecho!
y mientras cabalgas sobre mí, contemplándote...
voluptuosa, hambrienta y por el placer poseída
miénteme y hazme creer que soy el único,
que soy irrepetible, que nadie como yo te ha saciado;
dime lo que quiero oír, aunque todo sea mentira...
porque al final... todo es mentira...
la devoción, la fidelidad, la fe, la esperanza, el amor...
¡Hazme el amor... haciéndome creer que me amas...!
y al final parte por la calle oscura del olvido
dejándome el cuerpo tan llenos de orgasmos de ti...
pero tan muerta la esperanza, tan falso el alivio...